20 de octubre de 2014

£2 (El Complejo de Tío Gilito)

Los lectores más avispados - en realidad, cualquiera que eche un vistazo a la columna de la derecha - habrán observado que estoy recaudando fondos para comprar una Thermomix
No soy lo que se dice una persona constante: empiezo muchas cosas que no termino, las lociones y cremas me caducan por falta de uso y cuando tengo que tomar medicinas más vale que las ponga junto al estuche de las lentillas si quiero acordarme de ellas (de las medicinas, no de las lentillas. De estas últimas me acuerdo sin problema, porque sin ellas veo menos que una culebra). 
Pero si hay algo que me enciende el interruptor de la perseverancia, es ahorrar dinero en efectivo hasta que cumplo mis objetivos materiales. Durante ese tiempo rozo la obsesión por buscar y no gastar la moneda o las monedas que estoy guardando, desarrollo una especie de radar para detectarlas a mi alrededor, y cuando localizo su resplandor me lanzo a por ellas como una urraca.

Junto con algunas contribuciones generosas que he recibido, (¡muchas gracias!) espero poder hacerme con una Thermomix ahorrando monedas de dos libras que guardo con un celo que ya quisiera Gollum. (Mi tesooorooo...)

Algunas veces se han reído de mí por empeñarme en juntar monedinas, pero es el método más viejo y por ahora más efectivo que conozco. 
En su día compré una mini-cadena musical con la ayuda de una buena colección de monedas de 100 pesetas, y guardando las de 2 euros he pagado algunos viajes. 

A pesar de la impaciencia que pueda entrar pensando en el tiempo que pasará hasta lograr reunir la cantidad deseada, es preferible elegir una moneda que resulte posible apartar sin que afecte demasiado a la cantidad de dinero que manejamos en el día a día. Mucha gente guarda calderilla de poco valor. 1, 2 ó 5 céntimos, y aunque todo suma, creo que ahorrar así es un poco desmoralizante porque obviamente se tarda una eternidad en reunir una cantidad interesante. Tampoco es plan guardar billetes gordos, porque van a caer muy pocos en nuestras manos y eso desmoraliza ya desde el propio planteamiento. Algo intermedio es lo ideal. Con paciencia, y dando la tabarra a familiares y amigos para que os guarden monedas, se alcanza el objetivo en menos tiempo de lo que parecía en un principio. 
Y este ha sido el briconsejo de hoy. Espero que sirva para animar a alguien a que empiece a ahorrar.  






2 comentarios:

  1. Yo lo hago con las de un euro. O dos. Como tú dices es un punto intermedio. Se acaba consiguiendo casi cualquier cosa que realmente deseas y en el momento justo para que de ilusión. Tengo que luchar eso sí, con el deseo de usar el dinero antes de tiempo cuando me hace falta.

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  2. S.: Quizás guardar las monedas donde no veas la cantidad que vas juntando ni tengas acceso a ellas más que rompiendo la hucha (o el recipiente), sirva como método disuasorio cuando deseas usar el dinero para otra cosa.

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